lunes, 3 de diciembre de 2012

VARIACIONES EN LAS ADAPTACIONES...


Aquí os muestro una adaptación del cuento “La Princesa y los Siete Bandoleros”.
Este cuento va dirigido a niños del tercer ciclo

UNA PRINCESA BASTANTE PECULIAR

Era una vez que se era, hace cientos de años, en un pueblo lejano una familia muy feliz. Vivian en un gran castillo con grandes jardines a su alrededor.
El rey y la reina vivían muy felices y decidieron culminar su amor con un bebe. El pueblo recibió la gran noticia y pronto festejaron su nacimiento. Tras nueve meses celebrando la futura vida, se llego al punto de máxima felicidad, cuando los reyes presentaron a la princesa y publicaron su nombre, Ainara.
Ainara fue creciendo con una vida llena de privilegios, ya que tantos sus padres como la gente de su pueblo continuamente la daban regalos y sorpresas.
Su madre y su doncella la enseñaban durante el día a comportarse como una verdadera mujer y princesa para que en el futuro pudiera ser una perfecta reina. Pero ella no quería estar encerrada en casa tomando lecciones de cómo ser una buena “mujer”. Ella quería salir a jugar y aprender a luchar como sus caballeros para poder defenderse en la vida.
Su madre todos los días la decía “Si quieres aprender esas cosas tendrás que complementarlo con tus lecciones, y tú misma te quitaras tiempo de ocio para divertirte”.
Ainara desde muy pequeña había  tenido una relación muy cercana con su padre y quería seguir sus pasos y sus consejos. Así que ella siempre la decía a su madre “mi padre me dice que haga lo que me gusta para divertirme” y pensaba para sí misma “toda lección me servirá en la vida”
Así que Ainara con diez años tenía las cosas muy claras. Era una niña muy responsable y dedica su tiempo para aprender a ser persona y por las tardes entrenaba con su padre y un maestro llamado Félix.
Un día su madre se levantó muy enferma. Ainara corrió al pueblo para llamar al médico y rápido la atendieron.
Ainara estaba muy triste, porque sabía lo que dentro de pocas semanas pasaría y estaba llenísima de miedo. Ella pensaba que no podría continuar su camino sin la persona que la dio la vida.
El médico comunico la trágica noticia a su padre y al instante él le conto toda la verdad a su hija.
 - Ainara, tengo que contarte una cosa muy triste. Me resulta muy difícil, pero creo que con tu inteligencia y madurez ambos estaremos unidos para siempre.
La niña frunció el cejo y se quedo muy sorprendida por las palabras de su padre.
- Mama está muy enferma, el médico dice que pronto nos dejara. Necesito que ambos la cuidemos para hacerla estos días los más maravillosos de su vida.
Ainara se quedo inmóvil y pocos segundos después echo a correr.
Su padre la busco por todo el castillo. Estaba nervioso por no ver a su hija, cuando de repente la oyó gritar en la sala de entrenamiento.
Rápidamente paso, y ahí estaba ella descargando su ira y su furia contra su entrenador.
-Ainara para por favor. La vida te lleva por caminos que a veces no nos gusta, pero tenemos que ser fuertes y plantarle cara. Te prometo que juntos seremos uno y podremos vivir como tu madre quiere que hagamos.
Ainara siguió luchando y cayendo una y otra vez derrotada, pensando en todo lo que le había dicho su padre.
Al día siguiente se presento en la habitación de su madre y comenzó a cuidarla. La cambio de ropa, la lavo, la peino y comenzó a contarle cuentos.
Después de varias semanas, Ainara entro en la habitación de su madre como cada día. Noto como un escalofrío recorría todo su cuerpo. Su madre tenía una cara fría y pálida y la dijo la niña:
- Ainara, noto que el tiempo junto a ti y a tu padre se reduce. Necesito que guardes esto y no te separes de ello nunca. Sé que te protegerá cuando más lo necesites.
Entonces saco una caja y se la dio a la pequeña. Ainara la cogió y comenzó abrirla.
-Te doy entrega de la espada que me dio mi padre cuando nos dejo. Nunca la utilice pero siempre la he tenido guardada debajo de la cama. Ahora es tuya, pero por favor no juegues nunca con ella y no hagas cosas absurdas.
Entonces se hecho la mano al cuello, se quito el colgante que tenia puesto y la dijo.
-Además te doy este amuleto que siempre tuve conmigo. Es un regalo que me hizo tu padre y siempre me ha protegido. Ahora sé que te protegerá a ti también.
La niña comenzó a llorar y la dijo a su madre.
- Mama, no sé si voy a ser capaz de seguir adelante con todo esto. Eres muy importante en mi vida.
- Se que cuidaras de ti y de tu padre como una verdadera guerrera.
Y de repente, sus ojos se cerraron. Ainara comenzó a llorar y a gritar llamando a su padre. Enseguida llego su padre junto a muchos hombres y se llevaron a la niña.

Ainara y su padre, después de una días serios incluso enfadados entre sí, se dieron cuenta que tenían que estar juntos, y comenzaron a vivir una vida inseparables. 
Pronto llego su décimo quinto cumpleaños y Ainara como regalo le pidió a su padre que le enseñara a usar la espada que le regalo su madre el día de su muerte.
Y así lo hizo, pronto la niña comenzó a entrenarse con su espada y poco a poco iba creciendo y se iba haciendo más fuerte y más guapa.
Un día lo menos esperado su padre le presento a una mujer. La niña enfureció pero supo respetar la opción de su padre.
En pocos meses Ainara comenzó a coger confianza y cariño con Eva, y sin darse cuenta se fue con ellos a vivir.
Vivieron unos años muy felices junto a Eva aunque nunca borrando el recuerdo de su madre.
Un buen día al despertar Ainara se dio cuenta de que la relación con Eva  comenzó a enfriarse. Empezó a ver como Eva tenía una gran envidia por ella y la pillo en varios renuncios poniéndola en contra de su padre.   
Eva tuvo un tiempo en que quería a la niña como su verdadera hija, pero conforme iba creciendo y Ainara se iba haciendo más guapa y lista, empezó a querer que desapareciera de sus vidas.
Un día Eva llamo a uno de sus caballeros de confianza y le pidió que hiciera desaparecer a la niña.
-Necesito que secuestres a niña y te deshagas de ella. No quiero verla más por aquí y sobre todo que te asegures de que está muerta.
-¡Pero como!-dijo el caballero.
- Quiero que la entierres o que la eches río abajo para que nunca nadie la encuentre.
-No puedo hacer eso señora -le contesto el caballero.
- Tienes dos días para hacer tu trabajo, sino te mandare matar.
El caballero bajo la cabeza, suspiro y salió por la puerta.
Al día siguiente, el caballero aprovecho que la niña salía de su entrenamiento diario, la cogió, la ató de brazos y piernas y se la llevo a la cima de la montaña.
La niña no paraba de moverse y gritar y el hombre la mandaba callar continuamente.
Cuando llegaron al destino, el hombre la miró a la cara y la dijo.
-Me han mandado matarte y hacerte desaparecer.
-No puedes hacer eso, mi padre y Eva se pondrán furiosos y te mandaran al calabozo- contestó la niña-
-Fue ella quien me mando deshacerme de ti.
-Por favor, no lo hagas. Sálvame la vida- suplicó Ainara. 
- Eres una chica muy lista e ingenua y pienso que sabrás apañártelas para sobrevivir- se cayó por un momento y dijo- así que te dejare vivir con la condición de que te quedes en la montaña y nunca vuelvas a tu pueblo para nada, ni siquiera a ver a tu padre. Tú decides vivir o morir.
-Me quedare aquí, lo prometo. Olvidaré lo que soy, me convertiré en otra persona y nunca regresare al pueblo- dijo la niña con lágrimas en los ojos.
-Toma, ten esto, lo necesitaras. Y a continuación el hombre la dio una cantimplora llena de agua, un poco de pan duro y una gran sabana marrón.
Ainara lo cogió con gran tristeza y se cayó al suelo viendo como poco a poco el hombre se alejaba con su vida.
Pronto caería la noche por lo que Ainara decidió buscar algún sitio donde poder pasarla lo más protegida posible.
Ainara estuvo andando alrededor de una hora cuando de repente encontró una cueva y decidió descansar y reponer fuerzas.
La noche paso lentamente y al amanecer Ainara fue a buscar algo para comer y algún sitio de donde poder coger agua.
No podía parar de pensar lo que Eva había sido capaz de hacer y lo que conllevaba dicha acción. Pero pronto se dijo a sí misma:
“La vida te lleva por caminos que a veces no nos gusta, pero tenemos que ser fuertes y plantarle cara”, “siempre estaremos juntos”, “Se que te cuidaras de ti y de tu padre como una verdadera guerrera”…
“Una verdadera guerrera” repetía constantemente, y en un abrir y cerrar de ojos, Ainara cogió su espada y como pudo empezó a cortarse el pelo. Repitiendo a la vez “una nueva vida, un nuevo aspecto para lograr un fin, sobrevivir”
Al instante cayó al suelo rodeada de todo su pelo y comenzó a llorar. No podía vivir en esa nueva vida, sin lujos, sin comida y sola.
Así pasaron unos días. Ainara ya ni se reconocía a sí misma, su cuerpo dolorido lleno de heridas, su pelo corto, sin fuerzas y cada vez mas cansada. Ya no era aquella princesa del que todo el mundo hablada y adoraba, pensaba ella.
Cada dos o tres días tenía que volver a intentar recolectar comida, y cada vez la costaba menos trabajo, porque empezaba a coger precisión en sus movimientos.
Un día, después de su búsqueda, cuando iba de camino a su nueva casa (la cueva) se encontró a un chico con problemas. Estaba tirado en el suelo con un gran jabalí persiguiéndole. Rápidamente, Ainara cogió su arco y su espada e intento vencerle. Tan solo consiguió asustarle y que se fuera de allí, pero fue un gran alivio para los dos.
Ainara corrió a ayudarle e intentar levantarle del suelo, pero tenía todo el brazo lleno de sangre con una gran herida en él.
-¿Cómo te llamas?- le pregunto el chico.
-Me llamo… José ¿y tú? – respondió Ainara con cara de inseguridad.
- Yo soy Aarón. Has sido muy valiente ayudándome a escapar de esa cosa, ¿podrás curarme también?
-No es nada. Si, te llevare al lugar donde estoy actualmente.
Y ambos caminaron hasta la cueva. Ainara pensó que lo más correcto era que no conociera su verdadera identidad, para evitar problemas mayores. Y tras varios minutos consiguió curarle el brazo.
-¿Vives aquí? le pregunto Aarón.
-Eeee…buenooo…no exactamente. La vida ha hecho que este aquí temporalmente, pero en un futuro buscare algo mejor, cosa que no es muy difícil, pero…
-No te entiendo. No pareces ser lo que realmente aparentas. Tus ojos y tu mirada te delatan. Cuéntame por favor quien eres en realidad y prometo ayudarte.
Ainara dudo por un momento que hacer y cómo actuar, pero extrañaba tanto una compañía que le fue imposible no contarle un poco de la verdad. Además sintió que él era diferente al resto de los hombres y que no la haría daño.
-Soy Ainara, mi madre ha muerto y mi padre me ha echado de casa, así que por vergüenza a mi pueblo, he decido salir de él y permanecer en las montañas. Pero por favor, no preguntes más.
-Lo siento Ainara, a mis hermanos y a mí nos ha pasado algo muy parecido. Por culpa de unos nobles de la nueva reina, hemos perdido todo lo que teníamos y nos hemos visto obligados a ir a la montaña y robar todo lo que necesitamos para poder seguir viviendo. Vente con nosotros y vivamos juntos, ayudándonos unos a otros. Te presentare a mis hermanos y ello estarán encantados de que nos ayudes.
Ainara dudo que hacer, pero no quería seguir viviendo sola, y mucho menos que aquel chico de ojos verdes y pelo largo se fuera de su camino.
-Está bien, pero si tus hermanos me no quieren que este con vosotros me iré y nunca jamás me volverás a ver.
-No será así, cuantos más seamos, mejor organizaremos los planes de robo.
Y así, juntos fueron caminando hasta encontrarse con una pequeña casa de madera, cerca de un rio. Entraron y allí estaban sus seis hermanos alrededor de la mesa organizando un nuevo plan.
-Chicos mirad quien me ha salvado la vida de un animal gigante que estaba a punto de comerme.
-¿Quién eres? Y ¿Qué haces por aquí? Pregunto el hermano cabecilla que estaba explicando la nueva estrategia.
- Soy José, y por diversos motivos llevo viviendo por estas montañas varios meses.
-Con nosotros solo te meterás en problemas, ¿sabes a lo que nos dedicamos?
-Sí y creo que os puedo ser de gran ayuda. Se luchar y manejo muy bien la espada. Además conozco varias estrategias para robar grandes botines.
Tras la presentación, los hermanos decidieron votar entre todas si el nuevo miembro debía quedarse con ellos o no. Finalmente, decidieron que se quedaría y les ayudaría en todo como un hermano más.
Pasaron dos años, y Ainara se había convertido en un hermano más, dando las decisiones definitivas y aportando sus conocimientos de caza y de lucha. Además la relación con Aarón seguía creciendo. Cada vez había más miradas y más deseos de hacer lo prohibido.
Un día, en uno de sus robos, tan solo regresaron tres hermanos heridos a la casa.
-José, nos han cogido y les van a matar. Decía uno de ellos con una gran herida en la pierna.
-¿Qué? ¿Qué ha pasado? Contadme.
-Nos pillaron en pleno robo y la guardia real les ha capturado y han publicado que mañana los iban a ahorcar en la plaza, delante de toda la gente del pueblo.
 A Ainara le dio un vuelco el corazón cuando vio que entre ellos no estaba Aarón y rápidamente cogió su espada y fue a buscarlos.
-¿Dónde vas? Les mataran mañana, no podrás hacer nada por impedirlo y encima te van a matar a ti también.
-Ya me quitaron una vez mi vida, y no pienso dejar que lo vuelva a ocurrir. Así que vamos al pueblo.
En cuanto llegaron, los soldados del rey los detuvieron a todos y los llevaron al calabozo. Allí ella pidió hablar con el rey pero la dijeron que no podía hablar con él.
A primera hora de la mañana del día siguiente, los llevaron a todos a la plaza para ahorcarlo a todos.
Antes de llevar a cabo la ejecución, les preguntaron si querían decir algo antes de morir. Todos los hermanos permanecieron callados, pero Ainara pido decir una cosa al rey. Los soldados se echaron a reír, pero el propio rey le resulto tan extraño que le pidió que hablara.
Ainara le pido que se acercara, y el rey le hizo caso. Esta levantó la mirada y la clavo en los ojos de su padre y le dijo:
-Papá, ¿no me reconoces? Soy yo.
El rey la cogió del cuello y le dijo:
-Tú no eres mi hija. Ella desapareció.
-He tenido que cambiar mi piel, mi pelo y mi cuerpo para poder sobrevivir en las montañas. Además tuve que incumplir la promesa que le hice a mi madre el día de su muerte en la que me pedía que te protegiera y que nunca nos separáramos. Pero gracias a tus lecciones y a las de Félix, he conseguido seguir viviendo.
Al rey se le puso una cara de verdadero temor, la levanto para mirarla bien y la dijo:
-No te creo, intentas engañarme para que no te mate, así que demuéstramelo.
Rápidamente, los soldados la quitaron la cuerda de las manos y ella dijo.
Te muestro, padre, las dos cosas que me dio mi madre en su lecho de muerte y me dijo que me protegerían. Aquí está la espada que me ha ayudado a seguir con vida y también su colgante que ella misma tenía como amuleto, porque tú mismo se la regalaste.
Su padre se echo a llorar y la dijo:
-Entonces, ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué me abandonaste?
-Fue Eva. Ella por pura envidia me mando secuestrar y posteriormente matar. El soldado que tenia la orden, fue incapaz y me dejo con vida con la condición de que no volviera aquí y con ello nunca podría despedirme de ti.
-Perdóname. Suplico tu perdón hija.
Ambos se echaron a llorar y se dieron un gran abrazo, porque por fin se habían vuelto a reencontrar.
-Estos son los siete chicos que han cuidado de mi todo este tiempo. Me han protegido y me han comprendido a la perfección. Este es Aarón, el chico que me presentó al resto del grupo y además el chico con que compartiré mi vida. Por culpa de uno de los nobles, han perdido toda su hacienda y todo lo que tenían y se han visto obligados a robar para poder vivir.
Así Aarón la dio un beso y juntos se fueron a palacio. Ainara les conto, explico y pidió perdón  a los demás hermanos por ocultar su verdadera identidad.
Finalmente, el rey apreso a la reina y la mando al calabozo. También pidió a los chicos que fueron a palacio y les dio ropas para vestir como futuros nobles de la guardia personal de rey y por último tras le petición de Aarón de la mano de la princesa, le dio su bendición. Y juntos vivieron muy felices en palacio.
                                                

CAMBIOS EN LA ADAPTACIÓN DEL CUENTO.

Personajes
Rosalinda: es la protagonista que en este cuento se llama Ainara.
Madrasta: se llama Eva.
Carlos: en este cuento se llama Aarón.
Entrenador: se introduce en esta adaptación para ayudar a la niña a hacer lo que realmente quiere y su nombre es Félix.
La niña decide que además de sus lecciones como princesa y futura reina, quiere aprender a defenderse como sus caballeros.
Se introduce su entrenador, llamado Félix, que la ayuda a aprender a luchar y a defenderse.
Aparecen pequeños consejos sobre la vida, que los padres le dan a la pequeña.
Es el propio padre de la niña, el que le confiesa la temprana muerte de su madre, lo que genera confianza entre ambos.
Cuando Ainara se entera de la enfermedad de su madre, tras un día de furia e ira, la cuida como si nada fuese a ocurrir.
La madre le da dos objetos, pero en este caso es un colgante que le regalo su marido y una espada que le dejo su padre a la hora de su muerte.
La niña le dice a la madre que va a ser incapaz de seguir viviendo porque ella es muy importante en su vida.
Ainara es capaz de vivir sola y empieza a coger habilidad con la búsqueda de alimentos.
Aparece la necesidad de tener alguien con quien hablar.
Después de estar toda la tarde andando, Ainara encuentra la cueva, pero no se encuentra a nadie. Vive sola durante un tiempo.
Mientras Ainara vive sola, recuerda una y otra vez los consejos de sus padres.
Es Ainara la que encuentra a uno de los hermanos y le salva la vida.
Ainara decide cambiar su identidad y llamarse José para los hermanos, aunque confiesa parte de la verdad a Aarón, el hermano pequeño del que está enamorada.
Ainara y Aarón deciden ocultar sus sentimientos para poder sobrevivir sin que sus hermanos se llegases a enterar.
Ainara juntos a los hermanos  viven en una casa de madera cerca de un rio.
Ainara es tratada como un hermano más y hace todo lo que ellos tienen que hacer.

COSAS QUE MANTENGO EN LA ADAPTACIÓN DEL CUENTO.

En esta nueva adaptación del cuento se mantienen las siguientes cosas:
La familia vivía feliz por lo que decidieron tener una hijo, y al igual que en la otra adaptación, esta es una niña.
Cuando nace la niña el pueblo la recibe con ilusión y cariño.
Su madre muere por una enfermedad en un corto periodo de tiempo.
Se mantiene un momento imprescindible en el cuento, que es la despedida entre la madre y la niña. Es una escena muy emotiva que entendí que era muy importante mantenerlo. 
La madre antes de su muerte le da dos objetos para que la protegieran a la niña.
Aparece una mujer que se convertirá en la madrasta de Ainara.
En pocos meses Ainara y Eva empiezan a coger confianza.
Eva por pura envidia hacia Ainara manda a un soldado que la mate y se deshaga de ella.
El soldado es incapaz de matar a la niña y la deja con viva por la montaña.
Ainara tiene que sobrevivir sola durante varios meses.
Durante su estancia en las montañas, Ainara cambia de forma física, pelo corto, heridas en todo el cuerpo…
La decisión de que Ainara se quedara con los hermanos, fue tomada entre todos.
Los hermanos roban porque fueron despojados de sus tierras.
Son arrestados cuatro de los hermanos y entre ellos esta Aarón, el chico del que Ainara esta enamorada.
Ainara decide ir a rescatar a los hermanos que el rey tenia presos.
Cuando llega Ainara con los tres hermanos, estos son arrestados con el resto de sus hermanos.
Los hermanos junto Ainara serán ahorcados en la plaza del pueblo.
A la hora de la muerte de los hermanos, tan solo es Ainara la que pide al rey hablar con él.
Ainara le pregunta “Papa, ¿me reconoces?”. El rey no la cree y le pide que se lo demuestre. Ainara le enseño el colgante y la espada que le dio su madre y el rey rápidamente ordena que los suelten a todos y le suplica perdón a su hija.
Los hermanos se convierten en la guardia personal del rey y juntos viven en palacio.
El rey mando a Eva al calabozo y allí quedo presa.
El rey le da la su bendición a Aarón para que se casara con su hija. Con esto el cuento mantiene un final feliz.

CONCLUSIÓN

Es una adaptación del cuento en la que me encuentro muy identificada. He sido incapaz de no hacer de este cuento un reflejo de mi vida. Por tanto, los personajes y parte de las acciones que suceden, me ha pasado durante mi existencia.
Ha habido otras partes que he tenido que adaptar poniéndome en la piel de cómo lo haría yo en esas circunstancias.
Espero que os guste mi trabajo.

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